Quebec con niños

Presentación en vuestro aeropuerto de origen a la hora indicada para efectuar los trámites de facturación del vuelo a Montreal. El vuelo es directo desde Madrid y desde Barcelona. Tras la facturación, embarque y salida del vuelo hacia Canadá. A la llegada, recogida del equipaje, trámites de aduana y check-in en el Hotel Les Suites labelle o similar (Hotel Faubourg o similar en opción «hoteles Primera»). Resto del día para situaros, pasear un poco y empezar a descubrir la ciudad. Noche en Montreal.

Mezcla de la vieja Europa y la nueva América, Montreal es una metrópolis muy dinámica y con una gran vida cultural. Empezad el día visitando el casco viejo de la ciudad en el que destacan las calles y plazas históricas alrededor de la hermosa catedral de Notre Dame. Disfrutad con los niños visitando el “Espace pour la Vie”, complejo científico y cultural situado en el este de la ciudad, formado por el Biodomo, el Insectario, el Jardín Botánico y el Planetario. En el Puerto Viejo, podréis disfrutar del Centro de Ciencias con su cine IMAX, la Gran Rueda, aventuraros en un laberinto gigante o alquilar un patinete acuático en la cuenca Bonsecours, entre otras divertidas actividades.
A media tarde recogida del coche de alquiler y salida hacia las Laurentides, una hermosa región de montañas y lagos, donde disfrutar de todo tipo de atracciones ideales para familias. Noche en el Manoir Saint-Sauveur o similar, en Saint-Sauveur.

A poco más de una hora de Saint-Sauveur, se encuentra el PN de Mont Tremblant, uno de los más bonitos que visitar en Quebec con niños. Con más de 300 lagos y una rica fauna con 40 especies de mamíferos (osos, alces, castores, etc.) es fácil de recorrer en coche. Nuestra recomendación es detenerse en el moderno “Centre de Decouverte», donde encontraréis de manera muy amena toda la información del parque y de su fauna. Desde el mismo centro salen varias rutas marcadas de senderismo, algunas especialmente indicadas para familias, como la que va a la “Cascada del Diablo”, de sólo 30 minutos. Todas ellas ofrecen vistas soberbias y estan muy bien indicadas. De regreso a Saint-Sauveur, dejaros seducir por su vitalidad y su gran oferta de actividades: desde rutas en bicicleta y parques acuáticos hasta circuitos de aventuras en los árboles y galerías de arte. Noche en Saint-Sauveur.

Hoy emprenderéis el viaje hacia la impresionante región de Lanaudière. Con sus vastos espacios vírgenes y salvajes, sus numerosos lagos y ríos, sus cascadas y sus montañas, la región es, sin duda, el paraíso del aire libre. Pasaréis dos noches en el corazón de la naturaleza, en el acogedor Auberge du Vieux-Moulin. Disfrutaréis de su cálida hospitalidad y de sus alojamientos de alta calidad, coloridos y confortables. Mientras los niños se divierten en el área de juegos o en el lago con el trampolín gigante, podréis relajaros en la playa y disfrutar de la tranquilidad del entorno. Cena y noche en Sainte-Émélie-de-l’Énergie.

Tras el desayuno, dispondréis del día completo para disfrutar de todo lo que ofrece el Auberge du Vieux-Moulin. Podréis nadar en el lago o en la piscina cubierta, dar paseos en bicicleta de montaña, canoa, patinete acuático, bote o kayak, realizar caminatas por la naturaleza, participar en juegos como voleibol, petanca, cricket, bádminton o herraduras, y relajaros en el jacuzzi o en la sauna. Además, se ofrecen otras actividades con cargo adicional, como tratamientos en el spa, paseos en quad, pesca de truchas, equitación, o alquiler de motos acuáticas, entre otros. Un divertido día en familia donde disfrutaréis tanto los mayores como los pequeños! Cena y noche en Sainte-Émélie-de-l’Énergie.

Tras el desayuno, salida de Lanaudière. Recorreréis parte de la región de Mauricie, pasando por Trois-Rivières y explorando el histórico Chemin du Roy, y continuaréis siguiendo el curso del río San Lorenzo hasta llegar a vuestro próximo destino.
«Categoría Turista Superior”: Llegaréis al magnífico Manoir du Lac Delage, en las orillas de un gran lago de agua dulce, donde disfrutaréis de todas las comodidades de un resort de verano. Reláx en las amplias terrazas alrededor del hotel, voleibol, paddle surf o canoas en el lago, fogatas al aire libre…
«Categoría Primera”: disfrutaréis del Village Vacances de Valcartier, un destino ideal para familias. Su parque acuático cuenta con cerca de 35 toboganes de agua, 2 ríos temáticos, piscinas de olas, voleibol de playa y entretenimiento. También encontraréis el Bora Parc, un amplio parque acuático interior adjunto al Hotel Valcartier.
Noche en Lac Delage o Valcartier.

Hoy disponéis de todo el día para disfrutar de las instalaciones de vuestro alojamiento, o bien explorar sus alrededores. Nuestra recomendación, es que os acerquéis al PN de Jacques-Cartier (a 30-45 minutos). Creado con la finalidad de proteger esta zona debido al gran valor de su fauna y de su flora, el parque alberga uno de los valles glaciares más hermosos de Quebec, rodeado de majestuosas montañas y densos bosques, y atravesado por el río del mismo nombre. La belleza escénica es inigualable, con una abundante vida silvestre que incluye alces, osos negros, castores y gran variedad de aves; y permite realizar todo tipo de actividades al aire libre: observación de la fauna autóctona, senderismo, bici, pesca, o incluso rafting. También encontraréis muchas zonas de picnic donde disfrutar en familia del impresionante entorno. Noche en Lac Delage o Valcartier.

Salida temprano hacia el Lac St. Jean. Se trata de un inmenso lago, un verdadero mar interior de 1350 Km2, con bonitas playas. Podréis bordearlo dando toda la vuelta en coche por la carretera 169 y alquilar kayaks muy fáciles de manejar. Pero la verdadera actividad estrella de hoy es el Zoo Salvaje de St Felicien (entradas incluidas), un must si vas a Quebec con niños.  Situado en una isla, en el llamado “río de los salmones”, el zoo nos permite entrar en contacto con la fauna canadiense. Casi mil especímenes (caribús, uapitís, osos negros, lobos y bisontes) viven en libertad en el parque de los Senderos de la Naturaleza: un tren especialmente acondicionado recorre todo el recinto para poder verlos en todo su esplendor. Es el parque con mayor diversidad de animales de toda Norteamérica. Noche en el Hotel du Jardin o similar de Saint-Félicien.

En la región de Saguenay, muchos productores abren sus puertas al público para recolectar jugosas fresas, frambuesas o arándanos, que son la marca distintiva de la zona, una actividad familiar divertida que podéis realizar antes de salir hacia el espectacular fiordo de Saguenay. Se trata de uno de los fiordos más largos y profundos del mundo. Sus acantilados de hasta 457 metros se sumergen en las profundas aguas del fiordo, brindando un lugar magnífico para avistar ballenas y la vida marina. Finalmente, dirigiros a Sacré-Coeur a la Ferme 5 Étoiles, un centro de vacaciones ubicado a unos quince minutos de Tadoussac, en la orilla norte del fiordo, rodeado de bosques. Noche en Sacré Coeur.

Por la mañana, tendréis la oportunidad de participar en el cuidado de los animales de La Ferme 5 Étoiles,, que además de una granja, realiza una función de refugio para animales salvajes encontrados heridos o huérfanos en la naturaleza. Una experiencia única e imperdible en la que un experimentado guía os enseñará a alimentar y cuidar a los animales y a participar de las tareas diarias de la granja. ¡Una mañana mágica para los niños! Durante el resto del día, podréis disfrutar de las actividades disponibles en el sitio: refrescaros con un baño en la piscina, explorar los senderos cercanos o volver a visitar a sus numerosos animales. Además, se ofrecen otras actividades de pago, como cruceros para avistar ballenas en barco o zodiac, kayak de mar en el fiordo, cuatriciclo, observación de osos negros, equitación y masajes terapéuticos. Noche en Sacré-Coeur.

El recorrido de hoy hasta Quebec os llevará a través de una variedad de paisajes cautivadores y destinos fascinantes. Pasando por la encantadora región de Charlevoix, conocida por su belleza escénica y su rica herencia cultural, tendréis la oportunidad de explorar el Parque Nacional des Grands-Jardins, hogar de impresionantes paisajes montañosos y una diversidad única de vida silvestre. A medida que os acerquéis a Quebec, no debéis perderos las majestuosas Montmorency Falls, más altas que las cataratas del Niágara y con unas vistas impresionantes y oportunidades para caminar por puentes colgantes y senderos naturales. Si aun os queda tiempo, podéis visitar Île d’Orléans, una isla histórica conocida por sus pintorescos pueblos, sus exuberantes paisajes rurales y sus delicias gastronómicas. Noche en el Hotel Ambassadeur o similar (Hotel Palace Royal o similar en opción «hoteles Primera»).

Día completo para disfrutar de Quebec, la villa histórica más bonita de Norteamérica. Fundada en 1608, su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El casco viejo, formado por la “Basse Ville” y la “Haute Ville”, es de una gran belleza y pasear por sus estrechas calles antiguas y sus históricas plazas es un verdadero placer. Las imponentes fortificaciones son una maravilla, al igual que las vistas desde la mítica “Terrace Dufferin”. En las llanuras de Abraham encontraréis amplios espacios verdes para correr, jugar y hacer picnics. También hay senderos para caminar y disfrutar de la naturaleza. No olvidéis visitar la gran fortaleza, pasear por las históricas calles que llevan al “Vieux Port”, o tomar el ferry a Lévis para disfrutar de una vista excepcional del Cap Diamant y el Château Frontenac. Noche en Quebec.

Último día de esta ruta por Quebec con niños. Dispondréis aun de unas horas para seguir disfrutando de Quebec, paseando por algunos de sus parques o realizando unas últimas compras. Salid con tiempo para dirigiros al Aeropuerto de Montreal (son unas 3 horas de trayecto). A la llegada al aeropuerto, devolución del coche de alquiler, trámites de facturación y embarque en el vuelo directo con destino Madrid o Barcelona. Noche a bordo.

Llegada a media mañana a Madrid o a Barcelona, y fin del viaje y de nuestros servicios.